Caimanera, pequeño municipio en la costa sur de Cuba, limítrofe con la ilegal base naval que los Estados Unidos tienen enclavada en Guantánamo, por estos días es centro de atención para los amantes de la navegación y la pesca.
Con sus aguas tranquilas y paisajes impresionantes, la Bahía de Guantánamo no solo atrae a foráneos, sino que por estos días se convierte en un punto de referencia para la formación de Patrones de Embarcaciones y Lancheros, y así lo dio a conocer a Radio Bahía, Leonardo González Castillo, director de la filial del Instituto Marítimo Pesquero “Andrés González Lima”, escuela de la pesca que radica en el municipio de Manzanillo provincia Granma que atiende la región oriental desde Guantánamo hasta Ciego de Ávila.
“El curso es para capacitar y actualizar a los que ya tienen título tanto de “Patrones de Segunda” como a los “Motoristas Navales” y en el caso de los compañeros de la pesca comercial-privada, actualizarlos o habilitarlos de “Lancheros”, titulación que se requiere para poder salir a la mar, y en Caimanera como las embarcaciones son de menor porte, es así como se le denomina a esta habilitación”.
González Castillo dijo también que el programa capacita a los interesados de la cooperativa pesquera que suman 27 y en el caso de la pesca comercial-privada son más de 60 en todo el municipio, los que una vez concluyan el curso estarán en condiciones de operar de manera segura y eficiente en las aguas de la Bahía de Guantánamo.
“Es un título para embarcaciones menores con arqueo (peso de la embarcación) menor de cinco toneladas, título que le permite a su portador, trabajar en la pesca de plataforma y en la acuicultura. Hablábamos del responsable de la embarcación y por lo tanto en su estatus debe responder por la embarcación, la captura y el personal que tiene a bordo, en este caso las vidas humanas que es el elemento más importante, bajo la responsabilidad de un patrón”.
El director de la filial del Instituto Marítimo Pesquero “Andrés González Lima”, de Manzanillo, explicó además que las clases se dan con un programa integral diseñado bajo las normas de la Organización Marítima Internacional (OMI).
“Para proporcionar los seis cursos OMI, habilidades y conocimientos necesarios para navegar con seguridad, entre ellos, lucha contra incendio; prevención de la contaminación marina, de vital importancia porque la Bahía de Guantánamo es una bahía de bolsa, o sea, es muy cerrada; también aprenden primeros auxilios sanitarios por si hay algunas eventualidad o accidentes a bordo de las embarcaciones; seguridad a bordo; supervivencia y relaciones humanas”.
“Un patrón tiene que estar preparado para realizar todas las faenas a bordo y aglutinar a todos los que navegan en su embarcación, y que cada tarea se haga con respeto y disciplina. Esos seis cursos OMI dan un título que se llama “Competencia Marítima”, la que requiere todo hombre para echarse al mar”.
Los participantes provienen de diversas esferas de la sociedad caimanerense, desde trabajadores de la cooperativa pesquera “Gustavo Fraga” hasta personas asociadas a la pesca comercial- privada, todos amantes de la navegación.
“A todo ello se suma tecnología y métodos de pesca a fin a lo que ellos van a hacer, se le da seguridad en las operaciones y código de conductas responsables en la pesca, este último de vital importancia, ya que abarca una variedad de artes de pesca, haciendo énfasis en las prohibidas”.
“La navegación, cartografía, y el Reglamento Internacional para Prevenir Abordajes (RIPA), también forman parte del programa de capacitación con el fin de que cada participante aprenda a leer la carta náutica, identificar puntos de referencia y planificar rutas seguras”.
La habilitación de “Patrones de Embarcaciones” y “Lancheros” tendrá un impacto significativo en la comunidad de Caimanera, capacitará a más patrones, se incrementará la seguridad en las aguas de la Bahía de Guantánamo, además, porque este curso promueve el desarrollo sostenible al educar a los participantes sobre la conservación del medio ambiente marino, elemento importante en la formación de navegantes responsables y comprometidos con la protección de sus recursos naturales. Sin duda, un paso importante hacia un futuro más seguro y sostenible para todos los que disfrutan de las maravillas del mar.