El pueblo de Caimanera ratificó su compromiso con la defensa de la soberanía y la independencia de la Patria, durante una tribuna antiimperialista, escenario que también sirvió de rechazo a las medidas que recientemente anunció la administración del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba.
La plaza de la localidad fue el escenario este viernes para que estudiantes, y trabajadores de distintos
sectores del municipio, se dieran cita para denunciar la nueva y peligrosa arremetida del presidente Donald Trump y sus layacos, no solo contra la isla sino también contra América Latina.
En nombre de los pinos nuevos, la pionera del seminternado Liza Laura Cuza Ruano, patentizó que aún con su corta edad, tanto ella como sus compañeros, están dispuesto a defender su Patria, tal como lo hiciera el mártir de su escuela, el fronterizo Luis Ramírez López, cuand el 21 de mayo de 1966 fuera vilmente asesinado por los yanquis.
Los caimanerenses demandaron el cese del Bloqueo y la hostilidad del gobierno estadounidense, con la convicción profunda inculcada por Fidel de que no existe nada en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas, como valientemente lo expuso el joven José Enrique de la Cruz Pérez: “En representación de una generación, antimperialista, justa y profunda, que defiende sus principios al precio de cualquier sacrificio, por ello una vez más expreso que desde cada batalla a librar estará el puño juvenil de vanguardia, con fe inquebrantable en la victoria”
“Cuba seguirá enfrentando y denunciando esa política de guerra económica, los programas injerencistas y las operaciones de desinformación financiadas por el gobierno de los Estados Unidos”, patetizó en la Tribuna Antiimperialista el Primer Secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) del marino poblado José Luis Favier Herrera. “Esta juventud enérgica está lista para defender la Patria; con más unidad porque estamos seguros de la victoria”, acotó.
Favier Herrera señaló que tal como muchas veces, el pueblo de la Primera trinchera Antimperialista de Cuba, rechaza la ocupación del enclave militar, devenido en vergüenza humana, y que ahora el gran imperio convierte en campo de concentración para migrantes.
En la tribuna el pueblo caimanerense ratificó el carácter antimperialista de la Revolución, y reafirmó una vez más el pensamiento guevariano: “que no se puede confiar en el imperialismo, pero ni un tantito así, nada”.
Autores: Dixy Samora Guilarte y Yurisneiry Borges Naranjo