Para escribir la historia de la prensa en Guantánamo hay que mencionar a Pedro Roberto Torres Aranda, destacado representante del gremio en la más oriental de las provincias cubanas.
Pionero en recibir el Premio de Periodismo Por la Obra de la Vida José Vazquez Savón que otorga la delegación provincial de la Unión de Periodisatas de Cuba (UPEC) en Guantánamo, Torres Aranda conserva a sus 81 años de vida, frescos en la memoria, los años dedicados al periodismo y comienza a revelar recuerdos de su paso por Veceremos que celebrará 60 años el 25 de julio.
¿Cómo fueron sus inicios en el periodismo?
Me inicié en el mundo del periodismo por la antigua Agencia de Información Nacional -hoy Agencia Cubana de Noticias- de cuya corresponsalía soy fundador en Guantánamo. Entonces no me había graduado de la Licenciatura en Periodismo que cursé en la Universidad de Oriente y terminé siendo director de Venceremos (1977-1981).
Entonces eran graduados Pablo Soroa Fernández y Agustín Pérez , quienes me ayudaron y asesoraron durante mis estudios y en la dirección del medio de prensa provincial. Luego pasé a ser redactor reportero de ese mismo medio de comunicación.
De ahí, cumplí misión internacionalista en Angola al frente del equipo de prensa del semanario Verde Olivo, encargado también de realizar diriamente una hora de emisión por la Radio Nacional de Angola, dirigida a los colaboradores cubanos en la hermana nación.
A inicios del período especial, cuando la situación del transporte se complicó y era imposible viajar a Guantánamo, comencé a trabajar en la emisora Radio Bahía, porque vivo en Caimanera. Primero fui director y luego periodista de ese medio hasta mi jubilación.
¿Qué recuerda de su paso por el Periódico Venceremos?
Al periódico llegué como director en el año 1977, la experincia que traía de la Agencia era muy diferente a la de este medio, por el ritmo de trabajo. Los reportajes y las informaciones se hacían diariamente ya que el Venceremos se imprimía todos los días.
En aquel tiempo era difícil hacer periodismo, la tecnología no estaba tan avanzada. Las máquinas de escribir eran muy viejas y daban un trabajo enorme, en ocasiones las teclas se trababan al escribir, algo que no sucede en las computadoras. No se podía borrar y cuando uno se equivocaba, había que rehacer todo el trabajo.
También era difícil la impresión. Se emplanaba a mano y cuando habían errores en las letras o baches, se comenzaba de nuevo el proceso de impresión y a veces duraba la noche entera. Además, las máquinas de la provincia se rompían constantemente y había entonces que cargar con todo para Santiago de Cuba e imprimir allí.
A pesar de los percanses, el periódico salía y llegaba a su destino. Además, se hacía un buen periodismo y bonito, pese a las dificultades de esos tiempos.
Cuando más aprendí como reportero fue allí. Comencé atendiendo la zafra azucarera y otros sectores vinculados a la producción de alimentos para la población. El contacto e intercambio con los obreros y productores, conocer su experiencia y luego escribirlas era una de mis mayores pasiones.
Venceremos fue un escuela. Aprendí cuán importante es el lector, al que debemos llevarle siempre la verdad de los hechos. Era imposible caer en la rutina debido al diarismo del medio, por lo que me impregnó agilidad para escribir e informar en el menor tiempo posible y evitar que las noticias se desfasaran.
Actualmente el avance de la tecnología ha revolucionado al periódico, haciéndolo más atractivo y práctico, se mantiene el objetivo de informar verazmente al pueblo y más ahora en los momentos complejos que vive el país, con el asedio constante del gobierno de los Estados Unidos. Además conserva una misión que es fundamental: mostrar al mundo los avances de lo guantanameros.
Fuente: Periodico Venceremos