Laureles y olivo que han reverdecido, cubriendo ese rombo que nos libertó, demuestran que Fidel no es un ser del olvido, que es futuro a traernos el sol de sus firmes pasos, padre, hermano, amigo. Aunque pase el tiempo, jamás, le diremos adiós. Así recuerdan los caimanerenses a Fidel Castro Ruz en el octavo año de su desaparición física.

Detalles que conocemos a través del reportaje del periodista Ventura Figueras Lores.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *