En Cuba, la formación vocacional y orientación profesional es una tarea vital desde que la Revolución encaminó sus pasos a la formación de la fuerza calificada que necesitaba el país, y así lo reconoció en el Consejo municipal de la Federación Estudiantil de la Enseñanza Media (FEEM) Yoendris Betancourt, metodólogo provincial de esa enseñanza en la provincia Guantánamo.
De ahí que el reto en Caimanera implica diseñar situaciones de aprendizaje que estimulen la formación y desarrollo de las inclinaciones de los estudiantes hacia una u otra profesión, así como su capacidad de autodeterminación profesional.
La orientación vocacional es un proceso docente educativo que ayuda a los estudiantes a decidir qué carrera elegir, por ello es vital la participación de profesionales de diferentes ramas en esta iniciativa, lo que les permitirá a los educandos que se motiven, conozcan y se interesen por algunas de estas especialidades.
En aras de lograr el objetivo de la orientación y formación vocacional, el sector de la educación en Caimanera debe darle a los círculos de Interés y Sociedades Científicas las prioridades que el tema amerita en función de las necesidades de formación del territorio, y una buena receta sería que se involucren a las distintas esferas del quehacer económico y social del territorio para formar hombres y mujeres útiles a la sociedad.