La Regata Nacional de Primera Categoría, sin discusión alguna, será para los atletas del anexo náutico de Caimanera la cita más esperada, y no solo porque es el evento que concentra lo mejor de la vela cubana, sino porque los atletas de Ilca 6 e ilca 7, se quedaron con los deseos de la navegación este año. Pero lo cierto es que, hace alrededor de cinco años al record de trabas dígase el traslado de embarcaciones, las dietas para atletas, se suma una nueva: el no aseguramiento de pasajes para los veleristas.

Y en la búsqueda de respuestas ante esta crítica situación, aparecen los muchos con verdades evidentes, que se sortean entre bloqueo y crisis económicas, pero la más lamentable y profunda es la organización, tema que parece se quedó varado en una bahía bien lejana a la nuestra, y el cual sigue como tarea pendiente para los guantanameros, argumentos que me hacen otra vez poner las tildes a las íes y tomar cartas en el asunto, a fin de cuentas la vela cubana, la guantanamera, requiere un viento de cambio, conclusión a la que puede acceder todo aquel que se pregunte: acaso estos eventos no se planifican? ¿No cuenta la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) Rafael Freyre, centro al que pertenece la academia náutica, con su presupuesto de aseguramientos de evento? ¿O acaso porque no radicamos en la sede principal de la EIDE caímos en la corriente del olvido? Y pregunto además porque Guantánamo hace un curso escolar que no tiene un comisionado de deportes náuticos, de manera especial la vela?

No es justo ni para atletas ni entrenadores, horas de preparaciones, clases, recursos para asegurar embarcaciones, y en cualquiera de los casos nada baratos. Pero ante ello vale preguntarse se organizan o no los eventos.

Y sin deseo de minimizar los hechos, sus causas y condiciones, a ello le sumo también la falta de compromiso, preocupante por parte de ciertos directivos y técnicos, quienes deben y les toca velar por la escena náutica en Guantánamo, porque hablo de la vela que es la boga del momento, pero en su temporada pudiera ser el canotaje o el remo.

E insisto, el 21 de mayo concluyó el campeonato nacional de vela primera categoría, pero a finales  de junio, principio de julio corresponde por cronograma competitivo los juegos escolares y juveniles, eventos que desde hace algún tiempo para acá es solo el que garantiza la EIDE, y esperemos este año sea así porque no podemos ignorar a quienes ya navegan, mucho menos que sea la falta de comprensión, burocracia o simple desidia la que  logren la meta. Lo que necesitamos no es solo una regata: necesitamos una visión de provincia, de futuro. Una regata que vuelva a emocionar, que se viva desde las orillas, a través de las redes sociales. Una pugna con atletas, entrenadores y directivos motivados y responsables. Porque si el deporte social en Guantánamo, no es capaz de asegurar la participación de sus atletas en la Regata Nacional de Primera Categoría, entonces si vamos en franco naufragio y créanme para lograr virar el timón, se necesita  un poco de voluntad, sentido común, visión moderna y pasión, lo contrario sería como hasta ahora seguir navegando con el ancla echada.

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