Base Naval de EE:UU. en Guantánamo “Tenemos el deber moral de insistir en la devolución de nuestro territorio”

Con algo de culpa, el Ms.C José Sánchez Guerra confiesa que no fue hasta hace una década que empezó a ahondar en la historia de la base naval, auxiliado, eso sí, en un extenso archivo personal que fue armando, con la paciencia y la perseverancia consustanciales a su profesión, a lo largo de tres décadas.

El resultado, es una mirada audaz -a veces disonante con los enfoques más tradicionales- y esclarecedora del más antiguo enclave militar extranjero en el mundo, plantado en 117 kilómetros cuadrados justo a la entrada de la Bahía de Guantánamo.

“Hay que ser precisos, serios, contar con los hechos y no con las emociones”, se excusa, como si hiciera falta…

La base naval de Guantánamo es un tema común, al parecer, cercano y conocido, pero al mismo tiempo es sorprendente cuán poco sabemos en realidad; empezando por sus propios inicios.

“El 10 de diciembre de 1903, Estados Unidos toma el poder oficial de la base naval de Guantánamo, bajo el amparo de la Enmienda Platt: esa es la historia conocida.

“Pero hay antecedentes importantes. Treinta y cinco años antes de la independencia de las 13 Colonias, ya allí había un grupo de personas con intereses de apropiarse de Cuba y, especialmente, de nuestra bahía.

“Cuando el Almirante Edward Vernon invade la región en 1741, lo hace con un regimiento de colonos que buscan establecerse y crear una colonia militar, muestra de esa filosofía imperial, y anexionista que, más tarde, se profundizaría con el nacimiento de Estados Unidos.

“En esa expedición, por cierto, viene el capitán mercenario inglés Lawrence Washington, hermano mayor y tutor del primer presidente de Estados Unidos, George Washington.

“Ese interés se retoma en la guerra de 1895. El Almirante Alfred Thayer Mahan, uno de los líderes del expansionismo norteamericano, en 1896 propone al alto mando que tan pronto estallen las operaciones militares contra España, lo primero era tomar la bahía de Guantánamo.

“Así fue. El primer desembarco aquí fue el 10 junio de 1898 con el objetivo de ocupar la Bahía y establecer una base naval, que empezó a operar como tal a finales de año. Desde allí, se apoyaron las operaciones de la marina norteamericana en el oriente, pero también salió el ejército que invadió Puerto Rico.

“La Enmienda Platt solo oficializó lo que ya existía.

Y desde entonces, recorre el resto de la historia nacional…, y de América Latina.

“Así es. Hay una primera etapa de 1903 a 1938 en que el enclave funciona como punta de lanza de Estados Unidos para agredir a Cuba y a países de América Latina. Desde sus instalaciones, salieron nueve invasiones, tres de ellas hacia nuestro territorio nacional.

“En 1939, coincidiendo con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, empieza una fase de bonanza, bajo el gobierno de Franklin Delano Roosevelt, quien según se dice, se enamoró de la Bahía de Guantánamo. Vino, a pesar de estar muy enfermo, en dos ocasiones. Durante la segunda visita, no pudo bajarse del portaaviones, pero observó las operaciones y firmó los cheques para la construcción de instalaciones más modernas en la base.

“En esa etapa, se alcanzó la mayor cifra de trabajadores cubanos allí, unos 12 mil, procedentes de todo el país. En los años 50, esta región recibía de 21 a 22 millones de dólares, 17 millones por salarios y el resto por otros conceptos, incluido el comercio, alquiler de hoteles…, y por supuesto la prostitución.

“También, en esa etapa hasta 1959, se incrementa la agresión a la soberanía, el asesinato a obreros, la represión al sindicato de los asalariados cubanos de la base, organismo que por cierto, siempre apoyó a sus trabajadores y al proceso revolucionario cubano, antes y después del triunfo: una historia no siempre conocida, y por tanto poco valorada.

“Lo que sí se sabe es que Guantánamo se convirtió en el mayor prostíbulo de Cuba, con el mayor índice de enfermedades venéreas; y en una plaza donde había gran contrabando de mercancías.

¿Qué pasa con el Triunfo de la Revolución? ¿Cómo cambiaron las relaciones entre el enclave naval y las nuevas autoridades de Guantánamo? ¿Seguían entrando marines o 1959 significó el cierre total?

“Durante el último año de la insurrección armada, ya hay limitaciones de la entrada de marines por la guerra, aunque todavía seguían pasando al punto que 27 de ellos fueron prisioneros del Ejército Rebelde ese verano, durante la Operación Antiaérea.

“Pero después del Primero de Enero, no entra un marine más por esa vía, con excepción del alto mando, que mantenía contactos con el sindicato y excepcionalmente con las autoridades. Esa decisión la toma el comandante Demetrio Montseny Villa, jefe de la plaza militar Guantánamo.

“Dentro de la base, por otra parte, empiezan a tomarse represalias con los cubanos, las cuales son denunciadas por el Comandante Fidel Castro en su primera visita a la ciudad de Guantánamo después del triunfo”.

Un punto de giro. Ya no entraban, pero estaban…

“En 1959, los americanos se cuidaron de no aparecer como promotores de la contrarrevolución, pero está demostrado su apoyo a las primeras organizaciones integradas por militares batistianos: La Rosa Blanca y El Ejército Cubano.

“Se descartan en el verano de 1960, cuando inicia la nacionalización de las empresas norteamericanas. Se habla mucho de la CIA, pero muy poco de la Oficina de Inteligencia Naval (ONI, por sus siglas en inglés), que operaba desde la base y fue igual de importante para los planes imperiales”.

Hay todo un debate de por qué permanece la base en Guantánamo. ¿Tiene importancia estratégica? ¿Es solo una forma de intentar imponer la presencia de Estados Unidos en Cuba?

“La etapa de esplendor de la base fue de 1939 a 1952, cuando incluso se puede decir que hasta jugó su papel más positivo para la humanidad, pues varios especialistas norteamericanos aseguran que, después de New York, fue el puerto más importante en movimiento durante la Segunda Guerra Mundial. A la bahía de Guantánamo llegaban cientos de barcos que procedentes de Panamá y el Pacífico estadounidense que luego, en convoyes partían hacia Europa, escenario de la conflagración.

“Con el desarrollo de las armas coheteriles, se reduce la importancia estratégica del enclave, y para 1980 hay especialistas que aseguran que la pierde totalmente. En ese particular, no estoy de acuerdo y tengo varias razones.

“Es importante cuando la mantienen, así como otras en el mundo, y siguen invirtiendo en instalaciones, como los sendos cables que la conectan con el territorio continental de Estados Unidos y Puerto Rico, y una escuela recién inaugurada a un costo de 32 millones de dólares.

“La creación de la Sexta Flota, con sede al sur de la Florida, tiene en el territorio ilegalmente ocupado en la entrada de la bahía de Guantánamo su avanzada contra América Latina, es otra de las razones que considero.

Son debates que, en cierto modo, propicia el Seminario internacional por la paz y la abolición de las bases militares extranjeras que, recientemente, tuvo su séptima edición aquí. ¿Por qué la base de Guantánamo sigue atrayendo tanto interés, cuando hay casi mil en todo el planeta?

“Considero que la principal razón es ser la más antigua del mundo, y por eso es una deuda de Estados Unidos con la humanidad. Si se entregó Hong Kong y Panamá, por qué no Guantánamo.

“Pero también tiene que ver con la resistencia del pueblo cubano, y en especial del guantanamero, que atrae esa solidaridad internacional con una causa en la que, no obstante, creo que debemos insistir más.

“Como cubanos y guantanameros, tenemos el deber de exigir siempre y en todos los escenarios, la devolución de ese territorio ocupado ilegalmente, en contra de la voluntad del pueblo y su gobierno.

Ese interés por el enclave naval a las puertas de nuestra bahía lo llevó hasta Austria ¿Qué importancia tienen estos eventos para nuestra causa?

“En mayo, fui invitado por la Universidad de Graz (Austria) al evento Campos, injusticias y solidaridad en Las Américas, promovido además por el Alma Mater de Puerto Rico, donde presenté la conferencia especial Guantánamo: terrorismo y usurpación, ante un público amplio que demostró gran interés.

“Creo en la importancia de estos encuentros en todos los sentidos. Primero, como un espacio más para llevar el reclamo de Cuba por la devolución de la base, pero también como un incentivo para la comunidad de historiadores. Porque de la base, sin dudas, hay mucho por investigar y conocer todavía”.

Fuente: Periodico Venceremos

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