Todo accidente es potencialmente evitable, la protección de la vida humana constituye uno de los pilares esenciales del Código de Seguridad Vial, herramienta legal esencial para el fortalecimiento de la cultura vial, y así lo dio a conocer en el espacio de Leyes y Algo más de la revista Informativa Juntos de Radio Bahía, el Primer Suboficial Orleidis Lores Coello de la unidad motorizada quien tiene a su cargo la seguridad vial en Caimanera.
“La ley 109 Código de Seguridad Vial, puesta en vigor desde el 16 de marzo de dos mil 11 denomina que la seguridad vial es un asunto de todos, no solo de conductores, sino también de los peatones, aseguró el Primer Suboficial, quien a su vez confirmó que el Código de Seguridad Vial tiene gran importancia para el transporte en Cuba, por las vidas humanas que nos arrancan los accidentes, en ocasiones, y las grandes pérdidas materiales que originan al país, y aunque en Caimanera el índice de accidentalidad es cero hasta la fecha vale la pena recalcar algunas indisciplinas que pudieran constituir hechos de accidentes en la vía.
“En Caimanera las principales indisciplinas en la vía son el uso de motorinas sin licencias y cascos, así como algunos menores que conducen estos tipos de vehículos, y hacemos referencia en ello porque son los dueños de los vehículos como los padres de los mismos los mayores responsable ante esta agravante vial”.
“Hasta la fecha Caimanera tiene cero índice de accidentalidad, pero debemos continuar alertas y extendemos el llamado además a los tenedores de ganado menor y mayor, pues es esta otra de la causa que pudieran causar accidentes en nuestras vías”
La ley 109 Código de Seguridad Vial está dirigida a todos los ciudadanos que utilizan la vía diariamente como peatones, conductores o pasajeros. También va dirigida a los ministerios, organismos e instituciones que organizan y controlan esta actividad en la sociedad cubana.
Antes de finalizar la entrevista, el Primer Suboficial de la unidad motorizada alertó: “En un contexto económico como el que atravesamos, resulta medular entender que una mayor seguridad vial representa menos daños económicos y la preservación de los medios de transporte; aunque siempre la prioridad será la protección a las personas. Una imprudencia puede implicar la pérdida de vidas humanas y altos costos en daños económicos, que estamos en la obligación de evitar”.