Dono mi sangre hace más de 35 años, y es un gesto que hago de forma voluntaria e incondicional, sólo porque me siento comprometido y solidarizado con el prójimo. En esos términos se expresó Armando Frómeta Matos, residente en la comunidad de Cayamo, en este municipio de Caimanera, Primera Trinchera Antiimperialista de Cuba y Multivanguardia Nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), la más masiva y pujante de las organizaciones de masas cubanas surgida hace 62 años por iniciativas de nuestro eterno Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Armandito como popularmente los llaman en su barrio natal hace 58 años, conoce que además de los usos tradicionales que tiene la sangre, con su gesto solidario contribuye a salvar embarazadas con hemorragias asociadas al parto, a niños y a otros pacientes que presentan enfermedades potencialmente mortales.
También lo hace consciente de que ayuda a aumentar la esperanza y calidad de vida de muchos pacientes hospitalizados, al desarrollo de procedimientos quirúrgicos y a la preparación de medicamentos.
El cayamense Armando Frómeta Matos, multilaureado a instancia municipal y provincial por el movimiento de Donantes Voluntarios de Sangre, que de conjunto con el sistema de salud promueve y desarrollan los CDR) revela que también en más de 100 ocasiones extiendió su brazo para que le extraigan sangre porque se cuida mucho, lo cual permite mantener un buen estado físico y metal, además de una adecuada alimentación, características que deben prevalecer en las personas que como él realizan esa acción con altruismo.
En Cuba existe un programa eficaz de donación de sangre que se caracteriza por una participación amplia y activa de la población, lo cual es crucial para respaldar la necesidad de transfusiones de sangre en tiempos de paz, así como durante emergencias o desastres que puedan provocar un repentino aumento de la demanda del líquido en las instituciones de Salud Pública, una de las esencias de la Revolución.