Hace 122 años que se abrió un capítulo vergonzoso, justo cuando el gobierno de turno en Cuba y el de los Estados Unidos acordaron establecer el acuerdo de arrendamiento mediante el cual ese país establecería en territorio cubano estaciones carboneras o navales.
Para esos fines seleccionaron a la bahía de Guantánamo por su posición estratégica. Hoy al ilegal enclave arriban migrantes expulsados de Norteamérica, una decisión anunciada por Donald Trump y que es rechazada por los pobladores de esta oriental provincia, por eso desde Caimanera se levantan nuevas voces.