Este miércoles, la Plaza de la Revolución Mariana Grajales en Guantánamo se convertirá en el epicentro de una manifestación de dignidad y resistencia. Caimanerenses, junto a ciudadanos de diversas partes de Guantánamo, se reunirán en una tribuna antimperialista para expresar su rechazo a la injerencia de Estados Unidos y exigir el cese del bloqueo económico que afecta a la isla.

En el corazón de este reclamo se encuentra la demanda por la devolución del territorio usurpado en Guantánamo, donde hace 122 años se erigió la base naval de los Estados Unidos, un símbolo de la ocupación y del sufrimiento infligido a los cubanos.

La voz de Caimanera

Caimanera, poblado limítrofe con el ilegal enclave, es testigo de cómo esas tierra han sido transformada en un centro de retención para migrantes, un espacio que simboliza la vulneración de derechos humanos y la injerencia extranjera.

Para muchos, esta tribuna no solo es una oportunidad para alzar la voz contra el imperialismo, sino también un acto de afirmación de su identidad y dignidad.

Luis Enrique de la Tejera, fisioterapueta de profesión, compartió su perspectiva con Radio Bahía: “Para nosotros, esta base representa el despojo de nuestra soberanía. No solo queremos que se acabe el bloqueo, sino que también nos devuelva lo que es nuestro. La tierra donde crecimos y donde nuestros ancestros vivieron debe ser devuelta a su legítimo dueño: el pueblo cubano.”

Un llamado a la unidad…

La tribuna antimperialista no solo reúne a los habitantes de Caimanera, sino que también convoca a una amplia representación del pueblo guantanamero. En un momento en que la unidad es más necesaria que nunca, los ciudadanos se unen en un grito colectivo por la justicia y la soberanía. La injerencia estadounidense ha dejado cicatrices profundas en la historia de Cuba, y este acto es un recordatorio de que el pueblo no olvida.

Ernesto García Hermosilla, otro participante en la tribuna, enfatiza la importancia de esta lucha: “No podemos permitir que el miedo nos paralice. Cada vez que nos reunimos y alzamos nuestras voces, reafirmamos nuestra dignidad como nación. El bloqueo y la base naval son agresiones que debemos enfrentar juntos.”

Un futuro sin injerencias…

La tribuna antimperialista es más que una simple manifestación; es una declaración de intenciones. Los caimanerenses y demás cubanos exigimos un futuro donde las decisiones sobre su vida y su tierra sean tomadas por ellos mismos, sin interferencias externas. La lucha por la soberanía es también una lucha por el desarrollo, por el derecho a construir un país donde todos puedan prosperar.

Este miércoles, 26 de febrero en la Plaza de la Revolución Mariana Grajales será un día para recordar. La voz del pueblo caimanense también resonará con fuerza en contra del imperialismo y por la dignidad del pueblo cubano. La lucha sigue, y cada voz cuenta en este camino hacia la justicia y la soberanía.

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