Esta vez nadie quedó en casa, hasta los más incrédulos acudieron a la cita cuando al filo de las 12 del mediodía de este viernes, un sonido inhabitual en el centro de la ciudad anunció el comienzo de la fiesta más tradicional en Caimanera, el Carnaval Acuático dos mil 22.
Los marineros la llaman la Mar, en el territorio todo bailan para ella, por eso en cada edición del Carnaval Acuático cantos y bailes a Yemayá inician la tradición donde transeúntes y pobladores van hasta la orilla de la playa a ofrecerles una ofrenda a la Orisha de las aguas del mar.
La ofrenda: una corona de flores echadas al mar para agradecer a la deidad y solicitar sus bendiciones para la fiesta, una verdadera Moyugba, es decir, traduciendo para los castellanos, un pedido de bendiciones a todo el panteón Yoruba y de nuestros ancestros.
Los caimanerenses pidieron para sus padres, padrinos, hermanos, hijos, ahijados y amigos, sobre todo, que se lleve todo lo malo, las amarguras, los pesares, y las culpabilidades, además pidieron mucha paz espiritual.
El grupo de música folclórica de Guantánamo Babul, tocó los tambores para que sus bailarinas, deleitara al público con sus movimientos ondulados y giros.
Desde el dos mil 11 la “Ofrenda a Yemayá” es la actividad que abre el Carnaval Acuático en Caimanera, devotos o no siguen en procesión hasta la orilla del mar a la bailarina que la interpreta.
Desarrollar este, ya obligado, rito fue idea de Ofelia García Campuzano, directora del museo “19 de Diciembre” y Eulices Durand Urgellés, artesano del territorio; quienes propusieron retomar la acción que por costumbre realizaban los pescadores antes de salir a la mar y que formó parte de las primeras celebraciones de este tipo en Caimanera.
Lo que pasó en este baile homenaje a Yemayá, Emisora Radio Bahía te lo regala esta vez en este video.